¿Qué motivos existen para rescindir un contrato de alquiler?

Carlos Calderón · 14 Abr 2025

Rescindir un contrato de alquiler es una situación que se puede presentar por diversos motivos, tanto para el inquilino como para el propietario. Puede ser porque el propietario necesita recuperar su vivienda o porque el inquilino se enfrenta a un cambio inesperado en su vida.

En el caso específico de España, es la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) la que se encarga de establecer las condiciones bajo las cuales se puede dar por terminado un contrato de alquiler de forma legal. Conocer la ley te puede ayudar a evitar problemas, pero también te permite actuar dentro del marco legal y proteger tus intereses. Además, debes de tener presente que existen herramientas muy útiles para evitar problemas, como puede ser un seguro de impago de alquiler, que te ayuda a minimizar los riesgos que puede conllevar una rescisión anticipada.

Motivos para rescindir el contrato por parte del propietario

La ley contempla una serie de supuestos en los que el propietario tiene derecho a recuperar su vivienda antes de que finalice el contrato. Estos motivos deben ser claros, justificables y, en la mayoría de los casos, notificarse formalmente al inquilino.

Impago del alquiler

Cuando el inquilino deja de pagar la renta acordada, el propietario puede iniciar el proceso para rescindir el contrato de alquiler. Lo habitual es que primero se intente llegar a una solución amistosa, pero si el impago persiste, el arrendador puede presentar una demanda de desahucio por falta de pago.

Aunque parezca una causa obvia, lo cierto es que no siempre se actúa correctamente. Es de suma importancia conservar las pruebas del impago y realizar las notificaciones legales oportunas antes de acudir a los tribunales.

Subarriendo sin consentimiento

Otro motivo válido es que el inquilino haya cedido de forma total o parcialmente la vivienda a terceros sin contar con el consentimiento del propietario. El subarriendo no autorizado vulnera el contrato y puede dar lugar a su rescisión inmediata.

Obras sin permiso

Si el arrendatario realiza reformas importantes sin autorización escrita del propietario, especialmente si alteran elementos estructurales o cambian el uso del inmueble, esto constituye un incumplimiento grave del contrato.

Un ejemplo clásico es cuando un inquilino decide tirar un tabique o instalar una cocina nueva sin consultar previamente. Aunque se haga con buena intención, es motivo suficiente para rescindir el contrato.

Actividades molestas o ilegales

La vivienda arrendada debe destinarse a un uso residencial y tranquilo. Si el inquilino realiza en ella actividades que generan molestias a los vecinos, que son peligrosas o que infringen la ley, el propietario tiene derecho a solicitar la rescisión del contrato.

Este punto es especialmente relevante en casos de fiestas frecuentes, actividades económicas no declaradas o, en el peor de los casos, uso de la vivienda para fines delictivos.

Uso inadecuado de la vivienda

El contrato se firma con un propósito claro: servir de residencia habitual. Si el inquilino la utiliza como almacén, local comercial o cualquier otro fin distinto sin permiso, también se considera una causa justificada de rescisión.

Necesidad de ocupar la vivienda

El propietario puede necesitar recuperar su casa para uso propio o de un familiar en primer grado. Para ello, debe haber pasado al menos un año desde el inicio del contrato, y deberá notificarlo al inquilino con una antelación mínima de dos meses. Además, la vivienda deberá ocuparse efectivamente en un plazo razonable.

Por ejemplo, imaginemos que un propietario se divorcia y necesita regresar a su vivienda habitual, que actualmente está alquilada. Siempre que cumpla con los requisitos legales, puede rescindir el contrato justificando su necesidad.

¿Qué motivos existen para rescindir un contrato de alquiler?

Motivos para rescindir el contrato por parte del inquilino

El arrendatario también cuenta con ciertos derechos que le permiten abandonar la vivienda antes de la finalización del contrato, siempre que se cumplan determinados requisitos legales.

Incumplimiento de condiciones por parte del propietario

Si el propietario no cumple con lo establecido en el contrato, por ejemplo, se niega a realizar reparaciones urgentes, interfiere con el uso pacífico de la vivienda o incumple cualquier otra condición, el inquilino puede solicitar la resolución del contrato por incumplimiento.

Cambios en la situación personal o financiera

La ley no exige al inquilino justificar un cambio de vida, pero sí establece que, transcurridos los seis primeros meses de contrato, puede desistir del mismo notificándolo con al menos 30 días de antelación. Esto permite a muchas personas adaptarse a nuevas circunstancias sin quedar atrapadas en un contrato que ya no pueden sostener, como puede ser el cambio de ciudad, pérdida de empleo o ruptura de pareja.

Condiciones de habitabilidad inadecuadas

Si la vivienda presenta problemas que afectan gravemente a la seguridad, salubridad o habitabilidad (como humedades, falta de calefacción en invierno o problemas estructurales) y el propietario no los corrige tras ser informado, el inquilino tiene base legal para rescindir el contrato.

Acuerdo mutuo

Si ambas partes están de acuerdo, pueden rescindir el contrato en cualquier momento, siempre que se formalice por escrito y queden claras las condiciones. Es una de las vías más sencillas y evita tensiones innecesarias.

Vencimiento del contrato

Una vez transcurridos al menos 6 meses desde el inicio del contrato, el inquilino puede desistir del mismo avisando al propietario con al menos 30 días de antelación. Si se pactaron penalizaciones por salida anticipada, estas deberán respetarse si están legalmente formuladas.

Procedimiento legal para la rescisión contrato de alquiler

Ya sea por parte del propietario o del inquilino, la rescisión debe hacerse de forma correcta. Estos son los pasos fundamentales:

  1. Realizar una notificación formal: se recomienda comunicar la intención de rescisión contrato de alquiler mediante burofax o carta certificada, de forma que quede constancia del envío, contenido y fecha de recepción.
  2. Respetar los plazos de preaviso: para el inquilino, un mínimo de 30 días, para el propietario, 2 meses.
  3. Acta de entrega y documentación: si hay mutuo acuerdo, esto debe reflejarse en el acta de entrega que debe estar firmada por ambas partes, donde consten la fecha de entrega de llaves, el estado de la vivienda, el pago de las últimas rentas y cualquier otro aspecto relevante. Se recomienda conservar todos los documentos relacionados (contrato, notificaciones, recibos) para respaldar cualquier reclamación.
  4. Resolución judicial: cuando no hay acuerdo y una de las partes considera que la otra ha incumplido el contrato, se puede acudir a los tribunales. El procedimiento dependerá del tipo de incumplimiento y puede derivar en indemnizaciones o desahucio.

Los requisitos para un acuerdo de rescisión válido

  • Redacción por escrito
  • Identificación completa de las partes
  • Motivo específico y detallado de la rescisión
  • Fecha de efecto de la rescisión
  • Términos y condiciones adicionales acordados
  • Detalle de compensación, liquidación o indemnización
  • Cláusulas legales (exención, confidencialidad, no competencia, resolución de conflictos)
  • Notificación formal y, en su caso, a la autoridad correspondiente
  • Firmas y fechas de ambas partes
  • Devolución de bienes y documentos
  • Referencia al contrato original
  • Cumplimiento de leyes y políticas aplicables

La importancia de estar protegido: el seguro de impago de alquiler

Para los propietarios, uno de los mayores temores es que el inquilino deje de pagar y además cause daños o se niegue a abandonar la vivienda. Es en este tipo de escenarios en los que un seguro de impago de alquiler puede ser un verdadero salvavidas, ya que protege al propietario frente a situaciones imprevistas:

  • Cobertura económica: garantiza el cobro de las mensualidades impagadas hasta un límite establecido.
  • Asistencia legal: cubre los gastos jurídicos en caso de tener que acudir a juicio para recuperar la vivienda.
  • Reparación de daños: algunos seguros también incluyen la reparación de desperfectos provocados por el inquilino.

Por ejemplo, cuando un inquilino acumula tres meses sin pagar y ha dejado la vivienda con daños graves, el propietario puede apoyarse en su seguro para cobrar las rentas pendientes, cubrir los daños y recibir respaldo legal durante el proceso de desahucio.

Tu seguro de impago de alquiler

desde sólo 16 €/al mes Contrata ahora
Seguro de impago de alquiler

Protege tu vivienda y tu condición de propietario

Como hemos visto a lo largo de este artículo, existen diversos motivos legales por los que un contrato de alquiler puede rescindirse antes de la fecha pactada. Ya sea por parte del propietario —por impago, uso indebido de la vivienda o necesidad personal— o por parte del inquilino —por incumplimientos del arrendador, cambios en su situación personal o condiciones de habitabilidad—, lo importante es actuar siempre dentro del marco legal.

La Ley de Arrendamientos Urbanos establece de forma clara las condiciones que deben cumplirse, los plazos de preaviso y los procedimientos que garantizan que la rescisión se haga con todas las garantías para ambas partes. Cumplir con estas normas no solo evita conflictos legales, sino que también permite proteger la relación entre arrendador e inquilino, incluso en situaciones complicadas.

Además, la prevención y la protección juegan un papel muy importante. En este sentido, contar con herramientas como un seguro de impago de alquiler, como el que ofrece Tres Mares Correduría de Seguros, puede marcar la diferencia. Estos seguros no solo ofrecen respaldo económico, sino que aportan tranquilidad y soporte legal en caso de que surjan problemas durante el contrato.

Te ayudamos a reducir las preocupaciones del día a día

Habla con uno de nuestros asesores, deja que te aconseje y comienza a vivir mejor.

¿Hablamos?

Artículos relacionados